Líderes en el aula

La educación está cambiando, ya nadie lo duda. Trabajo Cooperativo, aprendizaje basado en proyectos (ABP), herramientas tecnológicas… forman parte del día a día en muchos Centros Escolares, desde Infantil hasta Bachillerato. Provocarán una generación aún más resiliente, que se adaptará al cambio como si nada, y trabajará de forma colaborativa independientemente de con quién y dónde.

LideresAula

Fuente Pixabay. Distribuida bajo licencia CC0 Public Domain

Pero me inclino a pensar que lo que más les caracterizará será el verdadero empoderamiento de las personas gracias al conocimiento de la inteligencia emocional y las inteligencias múltiples. Y es que esto también empieza a colarse tímidamente en las dinámicas permitiendo a los niños entender y valorar a los diferentes individuos, sin excepciones, como partes de un todo, como personas que siempre suman. Recientemente he leído un informe en este sentido que recopilaba experiencias llevadas a cabo en varios colegios, donde se aplicaba el entendimiento de las inteligencias múltiples como base del trabajo cooperativo y por proyectos. Las conclusiones que apuntaban me parecieron muy interesantes, pero por deformación profesional quizás me fijé en una generalizada: uno de sus  mayores inconvenientes fue la gestión del tiempo. Volví a releer algunos de los proyectos entendiendo que en todos los casos eran los docentes los que programaban y asumían el control, dejando que los equipos cooperativos fuesen ejecutores de actividades. A ciertas edades, esto es imprescindible, pero cuando alcanzamos el último ciclo de primaria y siguientes, creo que los alumnos tienen madurez para liderar.  Y cuando hablo de liderar, hablo de tomar las riendas de sus proyectos, porque en ese marco de trabajo programado por el profesor corren el riesgo de ser meros “actores pasivos”.

Siempre había pensado que en el ABP los alumnos tomarían conciencia de sus limitaciones, sabrían establecer y alcanzar objetivos claros, y asumirían roles y responsabilidades, particularizados a cada proyecto. Porque cada alcance requiere una serie de actores, y “material”, “silence” o “speaker” llega un momento en que ya no responden a los requisitos de ningún proyecto y mucho menos a las expectativas que puedan tener los alumnos. Así que tengo dudas en si quizás por el miedo a “perder el control de la clase”, la presión de las reticencias de los progenitores, o el llegar a incumplir contenidos curriculares, no se esté llevando a cabo con cierta timidez la implementación de estas técnicas y marcos de trabajo que creo tienen grandes ventajas.

Ya os hablé de #PMescosadeniños  En este Proyecto se experimentó la implementación de conocimientos y herramientas básicas de gestión de proyectos con alumnos en dos aulas de 6º de Primaria, haciendo que ellos lideraran sus proyectos.

Hubo dudas en cuanto a poder “perder el control de la clase”. Las docentes apuntaron que:

  • Se les proponía hasta 7 miembros en el equipo cooperativo. Ellos sólo eran 4 máximo y no sabían si iban a funcionar bien…
  • Mover el mobiliario, podría provocar pérdida de tiempo y atención…
  • Roles totalmente nuevos, con responsabilidades muy distintas. Ellos tenían sus roles definidos desde hacía cursos y no sabían cómo los iban a afrontar…
  • Y se hablaba de una figura que despertó, para mi sorpresa, bastante reticencia al principio: el líder.

Pero necesitábamos todo eso. Incluso a ese “Director”, porque íbamos a grabar películas. En eso consistían sus Proyectos. Tenía que haberlos, igual que hubo “productores”, “guionistas”, “actores”… Los roles eran pensados según el alcance y se fueron mezclando, llegando a diluirse ese liderazgo inicial, que fue compartido según el momento del proyecto, ya que se distinguieron rápido las distintas fases y entendieron la necesidad de planificar, colaborar, facilitar… de forma autónoma se convirtieron en Directores de sus Proyectos.

Lo que me enorgullece, es que ellos, con sólo once  años, fueron capaces de entre muchas otras cosas:

  • Definir sus objetivos y expectativas.
  • Tomar conciencia de las limitaciones a las que tendrían que hacer frente, y no sólo del tiempo, porque tenían que entender qué recursos eran los que tenían realmente disponibles.
  • Establecer el Alcance real que iban a desarrollar.
  • Identificar sus riesgos. Apagaron fuegos también, claro, están aprendiendo y nunca habían llevado a cabo un proyecto de tal envergadura.
  • Conocerse, empoderarse unos a otros, tomar decisiones, resolver diferencias.
  • Ejecutar el trabajo, controlarlo.
  • Celebrar el logro. Qué importante fue esta parte…
  • Reflexionar sobre las lecciones aprendidas, errores, aciertos, experiencia. Fueron increíblemente autocríticos! Cuantos adultos deberían aprender a serlo…

Ellos tomaron sus decisiones, porque el tiempo era un límite, igual que lo es en cualquier proyecto, pero aprendieron a gestionarlo, liderando. Creo así se madura esa capacidad, esa competencia, de llegar a ser eficientes. Para los que se lo estén preguntando también se calificaron sus trabajos, pero eso, de verdad, fue lo menos importante.

Sólo soy Project Manager, y reconozco viví esta experiencia con total humildad en el aula, creándoles herramientas y simplificando una metodología de trabajo por proyectos adaptada a su contexto. Sé que aprendí de esos niños y profesoras quizás más que ellos de mí y tras esta experiencia pienso ahora más que nunca, que los docentes deberían tener los conocimientos en gestión de proyectos necesarios para poder trasladárselos a sus alumnos de forma adaptada a su edad,  entrenándolos para que en cada nuevo proyecto identifiquen roles, riesgos, recursos realmente disponibles… dejándolos aprender a liderar, a interiorizar poco a poco la eficiencia como filosofía imprescindible de trabajo.

Hay muchas fundaciones que participan con la Educación actualmente. Para esto que os acabo de contar conozco PMIef que apoya mentorizando a docentes, para conozcan estas herramientas/procesos de Dirección de Proyectos que poder implementar/adaptar con sus alumnos en el aula. Porque si lo que queremos es hablar de Aprendizaje Basado en Proyectos los docentes deben también ser capaces de entrenarles a liderarlos, a ellos, a los alumnos, apoyandoles así en esa tarea de prepararse para ese futuro que quizás llegue a ser hasta 5.0, en el que independientemente del camino que elijan, habrán de afrontar proyectos con altos niveles de incertidumbre que les exigirán ser, como poco, creativos y eficientes lideres de su trabajo.

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